Con 118 años de historia, el FC Porto (las dos primeras siglas corresponden a Futebol Clube) integra el grupo de Los Tres Grandes del futbol luso junto a Benfica y Sporting de Portugal. Es, lógicamente, uno de los clubes más laureados del país y el gran dominador en la actualidad de la Primeira Liga, en la que se proclamó campeón a falta de cinco jornadas y aventaja al segundo, el Benfica, en nada menos que 19 puntos. Los ‘dragones’, que aún permanecen invictos en su liga doméstica, se han convertido en uno de los equipos más temidos de Europa, donde solo han perdido un partido en toda la competición.
La explosión de final de siglo
Aunque no es el club con más títulos de Portugal (el Benfica sigue mandando en ese apartado), el Porto sí puede presumir de ser el que luce más títulos internacionales en sus vitrinas, siendo la Liga de Campeones lograda en 2004 con José Mourinho en el banquillo, una de las fechas más recordadas en la historia de la entidad. Anteriormente, sin embargo, los blanquiazules –con Paulo Futre en sus filas- ya habían saboreado la gloria continental al llevarse la Copa de Europa de 1987 en una apasionante final donde derrotaron al todopoderoso Bayern de Munich (2-1), que era el gran favorito para llevarse el título.
Pese a que el Porto siempre ha sido considerado uno de los grandes de Portugal –es uno de los fundadores de la liga nacional lusa, en la que nunca ha descendido-, explotó definitivamente a finales de los setenta. Así, desde la temporada 77-78, ha ganado 20 de los 25 campeonatos de Primeira Liga que posee y once de las quince Copas, siendo la década de los noventa (con cinco títulos consecutivos) una de las más fructíferas para la entidad de la Ribera del Duero.
Recuperando la hegemonía
Esta campaña, el Porto ha supuesto una auténtica revolución en la competición tras la llegada de André Villas-Boas, el técnico más joven en toda la historia de la entidad. Bautizado como el nuevo Mourinho (de cuyo cuerpo técnico formó parte en Oporto, Chelsea e Inter de Milán), el portense llegó procedente de un Académica de Coimbra a la que salvó del desastre del descenso la pasada temporada.
Al igual que el actual técnico del Real Madrid, Villas-Boas no tiene experiencia previa como futbolista profesional, lo que no ha supuesto un impedimento para que los blanquiazules hayan ofrecido un paseo militar durante toda la temporada. Líderes indiscutibles, aún no han sido derrotados en Liga y acumulan 25 victorias en 27 partidos y nada menos que una diferencia de goles de 51.
Ha sido además, la bestia negra de un Benfica al que apenas le ha dado tiempo a ver reverdecer sus laureles tras el título liguero del pasado año. El Porto, renacido de sus cenizas en la temporada10-11, golpeó a los lisboetas donde más duele al asegurarse, a principios de abril, el título de Liga con una polémica victoria en el Estadio da Luz (1-2) que supuso una incalculable afrenta para O Glorioso, que veía como el rival se coronaba campeón en su propia casa. Por si no fuera poco, los de Villas-Boas ahondaron aún más en la herida la pasada semana tras remontar a las ‘águilas’ el 0-2 de la ida en las semifinales de la Copa de Portugal (1-3), con lo que, a día de hoy, aún aspiran al triplete (Liga, Copa y Europa League) tras certificar su pase a la final.
Un rival equilibrado y potente
En cuanto al bloque, el Porto dispone de un equipo creativo y con talento, amén de competitivo. Aunque por encima de todos destaca el extremo brasileño Hulk –potente, rápido y muy completo- los blanquiazules disponen de un plantilla en la que existe un armonioso equilibrio entre todas las líneas.
Además del fiable meta Helton, en la defensa destacan los centrales Rolando y Otamendi, mientras que el colombiano Guarín y el internacional portugués Joao Moutinho son los encargados de repartir el juego en el centro del campo. En la delantera, el ya mencionado Hulk, está acompañado de los extremos Varela y el colombiano Falcao, máximo goleador de la Europa League con once tantos (uno más que Giuseppe Rossi).
Pinto da Costa, símbolo del fútbol luso
Al frente del FC Porto se sitúa Jorge Pinto da Costa, una de las figuras más destacadas del fútbol portugués del último medio siglo. Nacido en Cedofeita (una parroquia cercana a Porto) hace 73 años, el hoy máximo mandatario blanquiazul entró a trabajar en el club nada menos que en 1961 como directivo de la sección de boxeo, pero no fue hasta 1982 que fue elegido como presidente de los dragones.
Con un olfato especial para detectar buenos jugadores, es uno de los responsables directos del salto de calidad del club, ya que suele apostar por talentos desconocidos que terminan convirtiéndose en estrellas, muchas de ellas incluso a nivel europeo. La lista es extensa y daría para mucho, pero por poner algunos ejemplos, Madjer, Jardel, Pepe, Carvalho, Jorge Andrade o Maniche fueron apuestas del mandatario luso que se demostraron acertadas.
El modélico Estadio Do Dragao
Son muchos los escenarios que han visto jugar el equipo del Douro Litoral, desde el primero Da Rainha –en el que derrotó por primera vez a un equipo extranjero, el Fortuna de Vigo- hasta el ejemplar y moderno Do Dragao. Así, y tras abandonar Da Rainha, el Porto pasó al entrañable Da Constituçao y posteriormente a los campos de Ameal, Lima y Das Antas.
El actual Estadio Do Dragao –inaugurado en un amistoso frente al FC Barcelona el 16 de noviembre de 2003- se construyó con motivo de la Eurocopa de Portugal de 2004, para la que albergó cinco encuentros, incluido el Portugal-Grecia de la jornada inaugural. Ha sido clasificado por la FIFA con la categoría de 4 estrellas, con lo que es apto para albergar finales tanto de la Liga de Campeones como de la Europa League.
Se encuentra ubicado al noroeste de Oporto y cuenta con capacidad para 50.399 espectadores, famosos por la presión que ejercen y el ambiente que son capaces de crear, lo que convierte a la afición portista en una de las más apasionadas y fieles del fútbol luso.
Texto retirado do site oficial do Villarreal FC (http://www.villarrealcf.es)
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